Poemas del equinoccio
Fotografías desde el auto, Ricardo Jiménez. Fugaz pasado Desde hace milenios mi alma viajera e incontrolable ha presenciado muchísimas noches como esta. Noches tan eternas, interminables de las que creí nunca ser capaz de huir. Pero esta vez algo diferente sucedió. Al mirar aquellos luminosos cuerpos celestes, siento que me invade la nostalgia -un insignificante recuerdo- tan distante y familiar a su vez. Decido entonces sentarme en el pasto, junto a esta oscuridad abrumadora donde solo el vacío existencial me abrigó. Pero había algo ¡Aquel astro! ¡Aquella estrella! Titilaba desesperadamente por mí. Sólo por mi atención. Tal vez estuve con ella antes y ella me reconoció. Lamentablemente mi memoria en esta forma humana tan débil es, que no recuerdo ahora quien fui. Nada puedo hacer. Sin embargo, en lo más recóndito de mi psyque Sé que aquella luminaria aquella divinidad lejana está allí. Allí sólo por